Mindfulness «express»…

Cierras los ojos…y en un momento te notas tranquilo, en calma, con mayor claridad mental y un enfoque más positivo y mayor comprensión sobre aquello que ha estado en tu mente a lo largo del día. El cuerpo está mas relajado y en un estado de serenidad tomas una decisión o llevas a cabo una acción siendo mucho más consciente de porque lo haces o cuales son tus sentimientos respecto a ello.

Además, puedes disfrutar de cada momento de una manera más consciente, identificando lo que puedes disfrutar o gestionar mejor. De alguna forma, te regalas el presente.

¿Tu desempeño profesional es algo similar a esto? ¿Consigues una gestión de la mente eficaz para la toma de decisiones?

Si lo es, ya sabes de que técnicas te estoy hablando,  si no, es hora de que comiences a conocer el mindfulness.

Mindfulness, meditación, relajación focalizada, incluso auto hipnosis, muchos son los nombres que han recibido este tipo técnicas de gestión mental, aunque cada una tiene sus particularidades… y que desde hace un tiempo tanto se escuchan. Como tantos otros nombres y conceptos uno se pregunta si no será otra de esas “soluciones rápidas para todo” que de cuando en cuando se ponen de moda y que como casi toda “solución rápida para todo” tendrá un efecto momentáneo que se disipará. Sin embargo, si se sigue escuchando hablar de Mindfulness es porque da buenos resultados y resulta transformador para la gente que la practica.

Y aquí está el quid de la cuestión, como tantas herramientas que surgen si el acercamiento es rápido y superficial, poco vas a conseguir. En cambio, si te comprometes con su práctica los beneficios serán enormes.

Según wikipedia, Mindfulness o ‘conciencia plena’ consiste en “Prestar atención, momento a momento, a pensamientos, emociones, sensaciones corporales y al ambiente circundante, de forma principalmente caracterizada por «aceptación» -una atención a pensamientos y emociones sin juzgar si son correctos o no-. El cerebro se enfoca en lo que es percibido a cada momento, en lugar de proceder con la normal rumiación acerca del pasado o el futuro.”

Así pues, Mindfulness surge como traducción del concepto oriental de “conciencia plena” de la mano del Dr. Jon Kabat-Zinn, quien a finales de los años 70 fundó la Clínica de Reducción del Estrés en el Centro Médico de la Universidad de Massachusetts, y el acierto de que llamara a está práctica con este termino, permite que se perciba sin el misticismo o connotaciones que podrían tener palabras como meditación, estados meditativos, etc. lo que permite que se introduzca en el mundo de la empresa dentro de las herramientas de gestión del estrés, y desde ahí se difunda cada día más.

De hecho, una cuarta parte de las grandes empresas de EEUU ya han puesto en marcha iniciativas de Mindfulness y reducción del estrés y en Europa cada día son más las compañías que lo están poniendo en práctica, convirtiéndose  en una de las áreas de conocimiento de programas de desarrollo directivo en escuelas de negocio y un instrumento indispensable para el liderazgo de vanguardia.

Pero como toda metodología “occidentalizada” ha tenido el peligro de simplificarse demasiado y dejar de lado la parte de compromiso en su práctica que conlleva. Seamos francos, quién algo quiere, algo le cuesta.

Después de todo lo que te he contado, te propongo ahora un técnica sencilla y que solo te ocupará tres minutos ¿Qué te parece? Practicando tres minutos al día, en cualquier lugar en el que te encuentres, lograrás generar unos resultados sensacionales.

No es una práctica de mindfulness en toda su extensión y beneficio, aunque sí es algo sencillo de aprender y directo que, créeme, hecho día a día va a resultarte de enorme beneficio. Esta secuencia la enseño tanto en mis cursos de oratoria y hablar en público para llevarla a cabo antes de salir “al escenario” como en los de gestión de emociones y del estrés. Espero que te sea de tanta utilidad como a mi me lo ha resultado.

Yo lo llamo la “meditación de 3 minutos” y te servirá para sentir un poco todo lo que te he comentado.

Al principio puedes comenzar buscando un lugar tranquilo, con una iluminación tenue o incluso con música relajarte o sonidos de cuencos tibetanos aquí tienes un vídeo.

Ahora durante un minuto has de mirar, como si tu mente fuera solo visión, simplemente mira. Formas, sombras, colores, pero sin reflexionar sobre ello, sin emitir juicio de valor o valoración sobre lo que estas mirando. Deja que la mente únicamente mire.

Una vez pasado este minuto, cierra los ojos. Ahora, durante un minuto escucha, tu cerebro es solo oído. Atiende y pon todo tu foco en los sonidos. Tal vez vengan de lejos, de cerca, sean fuertes, débiles, pero, igual que hiciste antes, no hagas ninguna reflexión sobre lo que escuchas. Limítate, simplemente a oír.

Por último, focaliza tu consciencia en lo que sientes.  Donde está apoyado tu cuerpo, temperatura, cualquier sensación física. E igual que hiciste antes, solo siente. Imagina que solo eres tacto, sin pensar sobre lo que sientes, tan solo sintiendo.

Después de estos 3 minutos nota como te sientes. Si pones tu intención y foco en llevar a cabo el ejercicio como te explico, sentirás lo mismo que los asistentes a mis formaciones, lo que algún alumno ha llamado “ducha mental” .

No pases por alto este ejercicio, es sencillo y muy útil. Con el tiempo aprenderás a realizarlo en cualquier entorno y lugar incluso más tiempo si así lo deseas. Permitiéndote el “reset” que necesita tu mente para seguir funcionando desde un estado mucho más eficaz.

Como “bonus”, te diré que si tienes hijos pequeños lo pruebes con ellos antes de dormir….ya me contarás! Ya tienes una nueva píldora mental para desatar las capacidades de tu mente.

¿Quieres conocer más técnicas que operan en nuestra mente?

Como mentalista, practicante de hipnosis comunicacional y dentro del área del liderazgo en las empresas, comprender el funcionamiento de la mente es mi pasión. Generar bienestar,  potenciar la motivación y la conducta de las personas, no tiene precio. ¿En qué te puedo ayudar?

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